
comunicaciones del municipio de San Carlos, Antioquia.
Hoy quisiera compartir con ustedes un cacharro que me pasó. Resulta que un día me fui para San Carlos a las clases de comunicaciones, obviamente por que yo vivo en la zona rural, bueno entonces yo fui a la clase normalmente como cualquier día y estudié de 3.oo pm a 7.00 pm. Al salir de clase, Marcela nos convidó para escribir en el blog y algunos nos fuimos con ella, otros se fueron para la casa, y entoces la profe Marce se acomodó en uno de los computadores y me dijo que me iba a sacar un correo para que publicara todo lo que estabamos aprendiendo en las clases. Bueno me creó el correo y yo publiqué lo que aprendiamos y además comencé a enviar mensajes a mis compañeros y a la profe, ellos me respondían con mensajes de aliento. Ya eran como las 9.00 pm cuando me paré para sederle el puesto a otra persona, me fuí para fuera a esperar que salieran para irnos, mientras tanto decidí llamar a una amiga, oigan pasaron 20 y 40 minutos y yo ahí hablando con la amiga. Estuvimos más de una hora charlando, pagué la cuenta y salí para donde la señora que me hospedaba. Llegué al negocio de ella y ya había cerrado,fuí a la casa y ya se había acostodo. Ahí, precisamente comenzó la angustia porque ella me tenía el maletín con la ropa y unas cosas que había comprado. Me decía a mi mismo: Dios mío, que voy a hacer, no tengo donde dormir casi nadie me distingue aquí en el pueblo y además ella tiene mis cosas yo tengo que irme mañana para el campo. Yo decía: Dios mío tantos problemas a la ves y sin poder buscarles solución. Lo primero que tenía que hacer era buscar donde dormir, me puse a pensar y me acorde que un amigo mío tiene un bus y corrí a buscarlo pero no a él, sino al bus. Yo sabía que él lo guardaba en una bomba pero no sabía en cual porque el municipio tiene dos bombas; me fui a buscarlo a la primera y no lo encontré, entonces corrí para la segunda y llegando a allá estaba el bus. Disimuladamente me le acerqué despacio, abrí la puerta y me subí pero primero me aseguré que no hubiera nadie porai, después de estar adentro me dirigí hacia la parte de atrás del bus, allí me senté en una silla pero vi que ahí me veían, depronto vi que pasó el vigilante de las 2 bombas y me agaché; desafortunadamente se paró al frente mío. Yo sacaba la cabeza y miraba si estaba ahí. La ventaja era que como estaba oscuro, él no me veía a mi pero yo a él si, decidí bajarme hacia el pacillo del bus y me acosté pero era como si uno se acostara en un piso sin nada tendido, bajé uno de los sientos y me lo puse de cabisera. Si supieran ustedes que esa noche no dormí, el frío no me dejaba y no hacía otra cosa que pensar en como iba a salir de allí sin hacer mucho ruido. A las 4.30 am me levanté y vi que el vigilante estaba sentado en una silla con un perro robualer a su lado. Despacio me dirigí hacia la puerta con mañita la abri, tiré los zapatos, enseguida me bajé y cerré la puerta. Tenía mucho miedo de que el perro me viera porque si me llegaba a ver no iba a quedar nada de mi, depronto ví que 2 personas venían bajando, me hice el bobo mientras ellos cruzaban la esquina, cuando lo hicieron cogí los zapatos en la mano y salgo corriedo como alma que lleva el diablo. Más adelante me puse los zapatos y me fuí para donde la señora que tenía mis cosas con mucha pena a las 5.00 am, le toqué la puerta, después de tanto tocarle me abrió el hijo de ella le dije que si me hacía el favor de entregarme las cosas. Fue a la pieza, me bajó el bolso y me dijo que las otras cosas las tenía el vigilante de la bomba y me dije a mi mismo: depronto al ir descubre que yo amanecí en el bus; entonces me arriesgué y fui. Llegué allá y el perro me iba a morder, pero él le alegó, me entrego las cosas y no me dijo nada. Salí entonces a coger el bus que me llevaría al campo.
Pasaron 8 días y volví a San Carlos, fuí donde la señora que me había hospedado las otras veces. Muy amable me dio desayuno y me fuí para la calle, compré un encargo y volvi a donde ella a guardar las cosas y me dijo que no me podía guardar nada y no me iba a dar posada, por que estaba llegando muy tarde. Cogí las cosas, salí y me fui. Yo a ella no le guardo ninguna clase de rencor y ella a mi tampoco, siempre hemos sido amigos y lo seguirá siendo por siempre. No me arrepiento de haberme quedado en el bus aquella noche pues era mejor ahí que en la calle donde hay tantas milicias.
Este fue todo mi cacharro espero que les halla gustado. Chaoo
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