Después de las secuelas que la guerra deja al envolver una comunidad con inmensos sueños, la soledad nos invadía, el temor habitaba cada espacio, las personas buscaban refugio en sus humildes moradas , el temor de expresar sus sentimientos, las ideas, los resentimientos por la pérdida de seres queridos nos ahogaba. Nos sentíamos desausiados y tristes por la pérdida de alegría e integración de la comunidad, todas las acciones podían involucrarnos en lo que jamás te imaginabas, por lo que podrías perder la vida.
Pero las iniciativas de tantas personas dieron paso para tener hoy un gran pueblo donde la calidad humana resalta, se siente la armonía, la felicidad y el ánimo de continuar...!

AUTORA: Claudia